Por si alguien no lo sabe, aunque seguro que lo sospecha, los dinosaurios no se extinguieron allá por hace 65 millones de años, a menos en su totalidad. Existen dinosaurios en nuestro mundo actual. Mucho más pequeños que aquellos grandes saurios (por cierto, no todos los dinosaurios eran gigantescos) con plumas y con alas. Según muchos autores, las aves son descendientes evolutivos de los dinosaurios. Evidentemente no son dinosaurios, si no la evolución de lo que quedó de ellos, tras lo que se supone el gran impacto en el golfo de México de un gran meteorito. Sin embargo, para otros autores no existe relación entre dinosaurios y aves. Supongo que habrá que esperar para conocer la verdad, pero si que es cierto, que es relativamente aceptada la versión de los dinosaurios con plumas.
Se considera a las aves los parientes más cercanos de los dinosaurios y se han identificado varios géneros de dinosaurios emplumados a través de fósiles que se supone son fósiles de transición entre los dinosaurios y las aves. Entre ellos, los restos fósiles descritos el año pasado, en 2009, del género Anchiornis (que significa "casi ave"), que vivió en Asia hace unos 165 millones de años.
Pues bien, un nuevo descubrimiento llevado a cabo hace poco y presentado en Nature esta semana acerca aún más las aves actuales a los dinosaurios o viceversa. Se han encontrado evidencias de que el comportamiento de las aves en cuanto al uso de nidos y de utilizarlos una y otra vez también estaba presente en al menos algunos dinosaurios. Estos volvían para las puestas a zonas concretas. Para incubar los huevos usaban el calor geotérmico y se calcula que los huevos debían permanecer entre 1 y 2 meses a altas temperaturas, entre 60 y 100 ºC.
Sin duda resulta interesante y romántico pensar que parte de aquellos maravillosos animales que tanto han despertado la imaginación de la mayoría permanecen aún, aunque sea solo en parte entre nosotros.
Les dejo el enlace para más información interesante.
Pues bien, un nuevo descubrimiento llevado a cabo hace poco y presentado en Nature esta semana acerca aún más las aves actuales a los dinosaurios o viceversa. Se han encontrado evidencias de que el comportamiento de las aves en cuanto al uso de nidos y de utilizarlos una y otra vez también estaba presente en al menos algunos dinosaurios. Estos volvían para las puestas a zonas concretas. Para incubar los huevos usaban el calor geotérmico y se calcula que los huevos debían permanecer entre 1 y 2 meses a altas temperaturas, entre 60 y 100 ºC.
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