Anoche tuve un sueño. En él los seres humanos vivíamos en un mundo sin contaminantes, respetando el medio ambiente y cohabitando con sostenibilidad. Todo ciudadano de pro reciclaba hasta los pelos que encontraba en la almohada por las mañanas, los vehículos a motor expulsaban un vapor blanco completamente libre de malos humos y grandes extensiones verdes se utilizaban para eliminar cualquier tipo de emisión indeseada.
Lástima que el pico de la mesilla de noche truncara todas mis esperanzas. Y os preguntaréis: "¿todo esto a qué viene? que mala manera de volver a escribir en el blog tiene esta chica..." Pues resulta que he visto ayer mismo el anuncio nuevo de Repsol, en el que explican que ya tienen en marcha plantas con algas que reducen las emisiones de CO2 a la atmósfera y que a su vez producen biocombustibles. Justo lo que hacemos mi compañera y yo en el laboratorio (a trancas y barrancas y a muy pequeña escala, que dicho así parece que estemos en la cima de la investigación). Además hoy mismo he leído este artículo de ayer de El País.
Me hace gracia que siempre que hay problemas para sacar nuevas tecnologías adelante aparezca la palabra "legislación". Yo no entiendo mucho de politiqueos, pero debe ser muy difícil para nuestros honrados e inteligentes políticos ponerse de acuerdo e implantar una nueva normativa que empiece a obligar de verdad a todo tipo de empresas (no solamente de automóviles) a empezar o seguir utilizando energías renovables, todos sabemos que es difícil cambiar de la noche a la mañana, pero por algo hay que empezar. Parece que los biocombustibles de primera generación están ya obsoletos y muchos expertos opinan que ya no dan más de sí (recordemos que estos biocombustibles son los derivados de productos agroalimentarios). Por ello ahora mismo hay bastantes proyectos en desarrollo o perfilándose con plantas piloto (como lo que decían los amigos de Repsol) generando biocombustibles de segunda generación (que no interfieran con la industria alimentaria). Los más osados ya se atreven incluso con la tercera generación (utilizando ingeniería genética). Como yo tengo que defender a mis queridas microalgas, que me arruinan tantos fines de semana (y los que me quedan), creo que esta es una de las mejores alternativas. Y como no puede ser de otra forma, ya que todo el mundo lo está deseando, os daré mis razones: estos organismos pueden crecer en una gran variedad de ambientes, ocupan poca superficie, fijan dióxido de carbono (por lo que se pueden utilizar para eliminar un porcentaje de este gas de las emisiones contaminantes) y reducen la emisión del mismo, la energía producida es totalmente limpia y sus materias primas no son más que el sol, el CO2 y el agua. ¿Los inconvenientes? Encontrar una cepa que produzca gran cantidad de lípidos (¿para qué tenemos los OMGs?), que tenga un fácil escalado y bajo costo (minucias).
En mi opinión (a veces basada en una utopía del mundo de la piruleta) ya está cerca la era de las energías renovables, pero primero algunos tendrán que olvidarse de otro tipo de intereses que no sean el intentar vivir con sostenibilidad.
Para terminar una página interesante sobre biodiesel a partir de algas.
Como regalo después de la chapa y porque tengo envidiuca de mi querido compi de blog, os pongo una foto de un regalito que me hicieron dos chicas del laboratorio (lo que se puede hacer con un hongo...):
2 comentarios:
Llamas varias veces contaminante al CO2, pero te lo perdono porque tienes que vendernos tus algas...
Pero que me digas que los biocombustibles de primera generación están obsoletos... pero si aún ni han empezado, que llevo casi 4 años con un coche que puede usar bioetanol y solo lo he llenado 5 ó 6 veces...
Pero si estoy de acuerdo contigo en varias cosas, aún así no pidas a los políticos lo que aún no hemos conseguido los científicos que es ponernos de acuerdo en el tema de las renovables (más que renovables, la palabra que les interesa es inagotables...). Creo que aún hace falta mucha investigación y mucha responsabilidad por parte de la ciencia para empezar a preocuparse por el expolio de recursos en vez de preocuparse por vender mi producto que es el más chachi...
He dicho.
Vaaale, te doy la razón en casi todo lo que pones, porque está claro que el CO2 como tal no es contaminante, pero sabes muy bien a lo que me refiero...
Yo de verdad creo que los biocombustibles de primera generación no llevan a ninguna parte, ¿cuál es el porcentaje que se usa actualmente en los coches? ¿el 40? no creo que se pueda mantener tanta producción, sobre todo si los chinos se ponen a comprar coches en masa (quien dice chinos dice el resto del mundo).
La verdad es que dentro del propio colectivo de investigadores vuelan puñales con respecto a este tema, pero creo que los políticos deben obligar, si no hay muchos que nunca tendrán esa responsabilidad de la que hablas.
He dicho yo también.
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