Y tanto decirlo tuvo como consecuencia que el grupo de investigación Interphone coordinado por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer iniciara un estudio internacional sobre los cuatro tipos de tumores que más radiación electromagnética de radiofrecuencia absorben (radiación que emiten los teléfonos móviles), como son los tumores cerebrales (glioma y meninglioma), del nervio acústico y de la glándula parótida. El objetivo era determinar si el uso del teléfono móvil incrementa el riesgo de padecer estos tumores y si este tipo de radiación es tumorigénica o no.
Y atención (redoble de tambores), palabras textuales de las conclusiones del artículo de investigación: "no increase in risk of either glioma or meningioma was observed in association with use of mobile phones", es decir que no se observó una relación entre el uso del teléfono móvil y el riesgo de padecer estos tumores.
Esto me recuerda a un artículo de El País que ironizaba sobre ciertos mitos tecnológicos, echadle un vistazo porque merece mucho la pena. Para los que todavía son escépticos sobre este tema, os dejo un reportaje que seguramente os haga pensar que en realidad sí que es peligroso el uso del móvil, pero recordad que siempre hay que remitirse a los resultados de los trabajos de investigación, hasta que no se demuestre que estas radiaciones son peligrosas para la salud podemos seguir usando el móvil tranquilamente, menos a gritos en el transporte público, que eso sí que es malo para la salud de los que nos rodean.
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